Breve Historia del "Sarangollo" Se tiene arraigada la convicción de que el juego el «Sarangollo» no es solamente típico en Elche, sino que, además, sentó su cuna aquí porque se creó entiempo inmemorial. Esta creencia, que no se discute si es o no beneficiosa, conviene enjuiciarla de distinta manera, pues consultados muchos y buenos jugadores de «Sarangollo» de muy avanzada edad, coinciden en que en sus mocedades ya se jugaba y no conocían su origen, predominando sobre él la «Brisca», la «Treinta y una», el «Cau» o «Secayó», la «Lotería de garrofines» y alguno más. También se sabe que en muchas poblaciones de la Vega baja, se juega al «Truque», así como también en Alicante y varios pueblos de la parte norte de la Provincia y que es muy similar en sus jugadas y valor de las piezas. En Valencia y algunos pueblos de esa Provincia, se juega igualmente con diferente nombre, pero se desenvuelve en su mayor parte como nuestro «Sarangollo». En un pequeño manual editado por S. Calleja (Madrid), en sus páginas 81 al 85, al describir las jugadas de «La Perejila», cita en en el cuarto lance, FLOR la cual se compone de tres cartas del mismo palo. En el quinto lance, ESCALERA (secansa), o sea tres cartas en orden correlativo.
o sea tres cartas iguales, como tres seises. También mediante la información de un amigo, se ha podido saber, sin poderse comprobar, que en Miño, pueblecito de la Coruña, hay un señor de relativa edad, que posee, procedente de su abuelo, un Reglamento, al parecer griego, sobre un juego cuyo nombre se ignora, pero coincide casi en su totalidad, con nuestro «Sarangollo». Todo esto hace suponer que el «Sarangollo» no es exclusivo nuestro, sino que muy bien pudiera ser juego importado hace más de un siglo por marinos de otras naciones que hicieran escala en nuestras costas. De todas formas, como el origen resulta imposible de averiguar, vamos a ocuparnos del «Sarangollo» en forma de que el que lo conozca bien, acepte de buen gusto el presente folleto; el que lo juegue medianamente, lo perfeccione con las ilustraciones y explicaciones que en el mismo se hacen y el que todavía no lo ha aprendido, tiene en sus manos, adqui riendo el librito, el mejor maestro del «Sarangollo». Tampoco se podría afirmar que el «Sarangollo» que se juega en Elche sea el mejor o más perfecto, pero sí se demuestra lo fácil que es de aprender, sencillo en el jugar, alegre en su desenvoltura y perspicaz en todo momento, pudiéndosele considerar el Campeón de los juegos de recreo a base de partidas en las que solamente se ventilan módicas convidadas, puesto que en los cientos de partidas que se juegan diarias, escasamente un dos por ciento se jugaría interés, económicamente hablando, y éstos igual se lo jugarían en otras artes como a cara o cruz. Así pues, aparte los muchos atractivos que contamos en nuestra Ciudad, tenemos el simpático «Sarangollo» que lo juegan el noventa por ciento de los illicitanos y más de un cuarenta por ciento de los varones, que nacidos en otras localidades, tienen fijada su residencia aquí, siendo pintoresco y divertido verles jugar hablando mitad castellano y mitad valenciano. Lo
cierto es que el «Sarangollo» se abre camino.
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